Con todo preparado, arrancaron los mayores del cole, el alumnado de 4º, 5º y 6º, para enfrentarse a los retos que les habíamos preparado. ¡Y vaya si los enfrentaron! !Y los superaron! No hay obstáculo que pare a est@ chic@s, ni una barra de equilibrio gigante, ni una escalera de cuerdas, ni la cinta de equilibrio ni, por supuesto, una cuerda interminable coronada por unas campanillas que había que hacer sonar. Nos demostraron de lo que son capaces cuando se les pone a prueba y se marcharon con el reto terminado y perfectamente cumplido.
A continuación aparecieron el alumnado de 1º, 2º y 3º para llenar el pabellón de alegría y encarar las pruebas con un ímpetu inigualable. Donde pesábamos que encontrarían un obstáculo insalvable, ell@s se las ingeniaban para dejarnos con la boca abierta y seguir avanzando; cuando a alguno le temblaban las piernas y le entraban las dudas, encontraba la fuerza en los ánimos continuos de sus compañer@s y en la mano que lo sujetaba para conseguir superar sus miedos y no dejar de intentarlo para después sentir con orgullo que lo había conseguido. Porque ahí encontramos la clave de esta actividad, lo que se apoyaron y animaron l@s un@s a los otr@s para superar las diferentes pruebas en grupo, trabajando en equipo y apoyándose y animándose en todo momento. De las partes más emocionantes y satisfactorias de nuestro trabajo. No hubo estación que no superaran con nota ni reto que dejaran por cumplir. Y sin dejar de sonreir, son únic@s.
Y por último, llenó el pabellón el huracán de infantil. Con pruebas menos empinadas pero igual de difíciles y algo más divertidas, agitaron la jornada de tal manera que acabamos tod@s sudando, moviéndonos sin parar de un lado a otro y disfrutando del circuito de una manera diferente. L@s alumn@s de 6º, por iniciativa propia, se ofrecieron para ayudar a los más pequeñ@s del cole a realizar los ejercicios de la mejor manera posible y fue todo un acierto confiar en ell@s. La sensibilidad y paciencia que demostraron con sus compañer@s de infantil fue preciosa y permitió que la actividad saliera aún mejor de lo que pensábamos. Lecciones que no dejan de darnos nuestr@s alumn@s.
Y así, con una sonrisa en la cara y orgullos@s del esfuerzo realizado por toda la comunidad educativa del Jesús Baeza para que la actividad saliera adelante y para que la recaudación a beneficio de Manos Unidas sea lo más alta posible, concluimos una jornada que seguro, repetiremos más adelante.
No queremos cerrar este post sin agradecer especialmente a Virginia su colaboración durante toda la jornada de ayer. No todos los días tienes a la flamante campeona de la media maratón de Valdepeñas ayudando en el desarrollo de una actividad del centro. ¡Esperamos que disfrutaras de la actividad!
Y os recordamos que no guardéis las zapatillas porque ya estamos preparando el Cross del centro para esta primavera... ¡Hasta pronto!
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